Al la mañana siguiente trascurrió todo con normalidad y di paso con una decisión muy importante, iniciar nuevamente mis estudios.

Curse primaria en el internado de indígena San Antonio de Aremasain – Guajira dirigida por capuchinos, mi secundaria en el Instituto José Antonio Galán en Maicao allí finalice mi bachillerato y posteriormente me dispuse ingresar a la universidad. 

Opte por el Derecho y fue justo en la capital Bogotá donde inicié mi carrera en la Universidad Libre. Mi primer acercamiento en la ciudad fue bastante fuerte, existía un cambio muy brusco en relación con la educación que conocía previamente en la Guajira lo que ocasionó que ese primer semestre fuera de muchos retos y adaptación. En ese entonces era la única mujer indígena que estudiaba en esa universidad.

Mi primer acercamiento al mundo laboral lo inicié como asesora de cultura en la telenovela “Guajira” de RCN Televisión,  producción en la que trabaje durante dos años y que al tiempo alternaba con mis estudios. Con mucho esfuerzo, dedicación y perseverancia en noviembre del 1997 presenté mi trabajo de grado sobre la negociación colectiva en el sector público y culminé con satisfacción mis studios universitarios. 

Terminada mi carrera me casé y decidí radicarme en Bogotá. En agosto de 1998, tuve a mi primer hijo, Joseph Said.  Mi primer trabajo luego de terminar mi carrera fue en  la Cámara de Representantes, con el Representante a la Cámara por la Guajira Antenor Durán Carrillo, en su despacho trabaje durante 8 meses como Asistente I en la Unidad Legislativa UTL. 

Posteriormente pasé a trabajar en la UTL del honorable  Senador Miguel Pineda Vidal y estando trabajando con el senador pinedo quedé embarazada de mi segundo hijo Juan Sebastián, en esta etapa conseguí un puesto de planta y ya no dependía del Senador en turno, sino que mi trabajo correspondía directamente a la planta del Senado de la República. Me nombraron en Relatoría del Senado el 23 de noviembre de 1999, en realidad, este fue mi primer trabajo formal. Me tocaba asistir a las plenarias del Senado, levantar acta, transcribir y corregir todo lo desarrollado en este espacio, esas son las Gacetas del Congreso. Además, debía cumplir con un horario de oficina al cual no estaba acostumbrada, sin embargo, pude acoplar mi vida a este nuevo ritmo y  desempeñé muy bien mis ocupaciones.